Presentamos una mesa de centro que redefine la integración de materiales en el diseño contemporáneo. Esta pieza se distingue por su base de resina blanca, que actúa como un lienzo neutro, destacando un ensamblaje armónico de vidrios reciclados en tonos verde y marrón. El vidrio, cuidadosamente seleccionado, introduce un juego de texturas y colores que dialogan entre sí, creando un paisaje visual dinámico y cambiante según la incidencia de la luz.

Las cuatro patas, en un vibrante color naranja, están compuestas por dos cilindros tubulares cada una, proporcionando una estructura de soporte que equilibra la ligereza del vidrio y la solidez de la resina. La elección del color y la forma de las patas no es accidental; su diseño aporta un contraste cromático que enfatiza la modularidad y la modernidad de la mesa, mientras que la doble tubularidad refuerza su estabilidad estructural.

Esta mesa de centro no solo es un elemento funcional, sino una exploración arquitectónica en la fusión de materiales reciclados y elementos de diseño audaces. Su presencia en cualquier espacio invita a una reflexión sobre la sostenibilidad y la innovación en la arquitectura de interiores.